Título: Mañana nunca llega |
Autor: Tadeo Palacios |
Precio: S/ 39.00 |
Serie: Iceberg / Cuento |
226 páginas | 11 cm x 18 cm | Tapa rústica con solapas |
ISBN: 978-612-4416-28-6 |
Fecha de publicación: noviembre de 2021 |
Nacido en Piura en 1994, el narrador Tadeo Palacios Valverde debuta a sus 26 años en el escenario literario local con Mañana nunca llega, un volumen que reúne doce cuentos inspirados en la realidad nacional y una nouvelle polifónica sobre el estallido social del 14N, a un año de su acaecimiento.
Heredero de grandes narradores con conciencia social como Pilar Dughi y Miguel Gutiérrez, y también de la oralidad lírica del mejor Reynoso de Los inocentes, Palacios sorprende por su potencia narrativa, la versatilidad de su pluma y una profunda agudeza para aprovechar literariamente los grandes desencuentros que palpitan en ese territorio real e imaginado llamado Perú. A veces desde el humor ácido ribeyriano, otras indagando descarnadamente en sucesos terribles, e incluso cuando bordea el registro del terror fantástico, Palacios logra un retrato del país imperfecto, un tanto ridículo, pero sobre todo trágico, que nos cobija; esa tierra que se constituye como una sumatoria de violencias, fantasmas sociales, traumas colectivos y postergaciones. Y es, justamente, esa postergación eterna y violenta la que motiva el título de este libro: aquella promesa de un «mañana mejor» anhelado por quien sufre, usufructuado por los políticos en campaña y promocionado por la prensa mediante reportajes mediocres y simulacros marqueteros, sin que jamás se materialice. Esa secreta esperanza que el lector también abriga, pero que en Perú se trastoca en potencial decepción, palpita fuertemente en estos relatos, a la par que cuestiona el statu quo nacional, en pleno Bicentenario.

Tadeo Palacios se muestra, pues, en esta, su ópera prima —y el quinto título de la colección Iceberg—, como un narrador valiente y dispuesto a poner el dedo en la herida para dejar que «salte la pus», como decía Gonzáles Prada; un artista de la palabra que no teme develar lo que normalmente se calla y esconde, ni tampoco discutir la narrativa falaz del éxito peruano y el progreso aparente. Voces como la de él, que se levantan y exponen la aspereza de la realidad sin relegar a la belleza a un segundo plano, que denuncian sin caer en lo panfletario, son probablemente las que necesitamos hoy en día —cuando el imperio de las fake news y los likes y el imperativo de la felicidad descartable nos distraen— para detenernos un momento a pensar y reconocernos como individuos, como nación, mientras evaluamos el rumbo de nuestras vidas, la posibilidad o imposibilidad de nuestros sueños, y la patente desigualdad de nuestras sociedades.